Introducción
La presencia de volcanes y erupciones (116 en 100 años1) en el sur de Chile ha generado estratos geológicos ricos en minerales. Las cenizas volcánicas tienen alto contenido de aluminio (Al) (24 – 28% exceptuando oxígeno) (Taylor y col., 1980; Naranjo y Stern, 2004), y el suelo y el agua de la región presentan altos niveles de este metal. Las formas de Al incorporadas como óxido de aluminio (Al2O3) por cenizas, sufren cambios de conformación química en el tiempo en los estratos geológicos y también por contacto con el agua (Hem y Roberson, 1967). Así se forman estructuras amorfas con constantes de hidrólisis extremadamente bajas (1,93 x 10-13) semejantes a bohemita y con comportamientos anfóteros respecto de su solubilidad.